jueves, 13 de diciembre de 2012

Cínicos.

Un escéptico. Alguien que no creía en las historias ajenas porque eran rápidas, o ñoñas, o simplemente protagonistas de esa perfección inicial en toda relación. Un ser, que quizá por lo vivido, o por lo visto a su al rededor, no creía en las maripositas estomacales, ni en que la vida te presente en un segundo a alguien que te trastoca el mundo. Alguien que había desterrado de su cerebro y de su corazón la posibilidad de encontrar a ese pedazo que a todos nos falta sin faltarnos , simplemente no creía en ello y lo asumía, "sabiendo" que no necesitaba esa media naranja para sentirse pleno.
Pero la vida es sabia, y siempre, siempre nos sorprende. El "destino" ,como dirían algunos, le regaló en un café a alguien especial al fin, sin buscarlo ni esperarlo.
Una simple tarde que iba a ser una más, se convirtió en la primera de una sonrisa plena, de una rapidez de sentimientos de esos que tanto criticaba por ver en ellos pura falsedad, en amor....En ver que la felicidad podía venir por un guiño de quien tienes en frente.

Lo miro desde fuera, y sonrío. Si había una persona de la que no me esperase esto es de él, y eso me gusta... Que esta vida loca y extraña nos sorprenda hasta ese punto... Demostrando que todos acabamos sintiendo por muy cerrados que estemos a hacerlo... Demostrando que el amor llega siempre, en un segundo, sin necesidad de planearlo ni buscarlo.

Demostrando que todo es impredecible, y que siempre, en algún momento, habrá un mañana que nos regale algo único que nos haga desvelarnos con una sonrisa, y despertarnos con un suspiro.

Un "felicidades" a los cínicos que dejan de serlo con un beso. 
Un "llegará" a quienes siguen desconfiando, porque en algún momento, mañana se convertirá en el día de partida de algo maravilloso.

Algunos continuamos pensando con un realismo extremo al respecto, pero aún así es bonito ver que cada vez quedamos menos!.