lunes, 3 de enero de 2011

2011



Año nuevo, ¿vida nueva?...¡yo no lo creo!.
Lo que si creo es que cada día sea de año par o impar, es distinto aunque nos resulte en algunas ocasiones demasiado familiar.
El fin de año es ese momento en que las supersticiones y talismanes salen a la luz,siendo socialmente aceptadas por todos sin señalar a nadie gritando: "bruja,a la hoguera".
Una noche que muchos creen mágica, en la que algunos ven el punto de inflexión de un mal año alegando que era par (por ejemplo) y que al acabar todo lo malo se va con él.
Otros consideran a ésta como una noche en la que pedir más de lo que ya se tiene...
Lo que casi todos tienen en común es que ,por mucho que sea una noche más que se diferencia del resto de noches unicamente porque se marca en rojo en el calendario,es una velada llena de esperanzas, de buenos deseos y de increibles desahogos para quien no lo ha pasado bien.
Curioso tener que llevar algo rojo al entrar en el nuevo año...curioso brindar con una copa de champán en cuyo fondo ha de haber algo de oro...curioso que las uvas nos emocionen apresurando nuestro ritmo cardiaco mientras al son de las campanadas pedimos doce deseos como si de un generoso genio de la lámpara se tratase.

A pesar de este desglose puramente racional de estas fechas... a pesar de que si nos pusieramos en la piel de una persona de otra cultura veríamos lo ridículo que acompaña a estas fechas tradicionales...a pesar de todo esa tradicionalidad trae consigo sentimientos maravillosos.
Sentimientos que ,por desgracia, el ser humano no recuerda el resto del año,a pesar de formar parte de nuestra naturaleza.
En este tiempo en el que las luces adornan las calles y los villancicos suenan por doquier, la solidaridad,comprensión y amor brotan de nuestros poros haciéndonos más felices, alimentando a nuestro pepito grillo y sintiéndonos plenamente completados.

La lástimas es que esa conciencia que para mi tiene nombre propio, ha de reservar todo ese alimento y racionarlo,pues no es común fuera de las fechas que nos acompañan en este momento.
La lástima es que el resto del año no nos demos cuenta de que la gente lo sigue pasando mal, de que hay gente poco afortunada que necesita una ayuda que para nosotros es meramente representativa y que para ellos supone llevarse algo de comer a la boca o irse a "la cama" un día más sin haber probado bocado.

Intentemos ser más consecuentes con nosotros mismos...Intentemos ser un poco mejores porque aunque todos erramos,hay quien necesita que nos dejemos de equivocar.

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