Calma.

Un lago en calma delante de ella. Aguas apacibles que parecen inertes, con una quietud fantástica.La luna se refleja haciendo espejo a lo que se ve en la lejanía. Mil gotas de luz que se miran iluminando una noche oscura y tranquila ponen el punto de color a unas aguas casi negras que esconden su propia realidad.

Ella permanece sentada como una niña observando, con una ausencia total de pensamientos, preocupaciones y  sentimientos.

Respira al compás del ruido que el viento produce al mover las hojas de los árboles de ese bosque que la protege de la civilización.

Inspira…Expira.

Sin mover un solo músculo.Sin notar ni tan siquiera el aire en su rostro. Sin pestañear más de lo necesario por miedo a que al abrir los ojos se haya perdido un solo detalle de esa calma.

Ese es su momento, su lugar ,su destino.Y al fin decide cerrar los ojos, arriesgando todo lo tangible, su realidad de ese mágico instante, para averiguar si mañana la vida seguirá proporcionándole ese pedacito de cielo en la tierra.