El calor se convierte en soberano. La peculiar luz de esta ciudad vuelve a hacer sombras conmigo. Retomo el caminar por estas grandes avenidas parando puntualmente, dejando los pasos guardados para cuando haya de retomar el caminar. Siento de nuevo aquello de que esto es en parte mío, esa comodidad de quien se siente incomodo con todo este ruido al rededor.
Tenía que venir para recordar lo bien que estoy aquí, lo que me gusta ver ese "mar en el cielo" (ºF.C.) a cada amanecer, lo que disfruto de una compañía que no es la habitual.
Me conozco cada rincón de ese camino, una pequeña porción dentro de un millón de rutas desconocidas para mi. Sonrisa tras sonrisa por el momento y por mucho tiempo espero.
Intento recordar en este día la presencia de agua, ya sabeis mi teoría al respecto...Queda para mi.
Me gusta despertarme en esta ciudad en la que el sol quema sin ahogar, en la que siempre me acompaña de un modo distinto a como lo hace en mi rincón ... Me gusta volver a despertarme sonriendo al mundo como hago desde hace semanas, independientemente del lugar, eso es mero atrezzo. En ocasiones los relojes se paran sin hacerlo, y lo que es mejor sin necesidad de que lo hagan.
A veces lo que da significado a un momento es algo tan básico como un trozo de pastel de chocolate en un sitio con significado.
El aire huele distinto aquí, la luz no se parece a la que dejo en mi tierra no natal pero mia... Todo cambia.
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