viernes, 9 de marzo de 2012

Las cosas cambian en un segundo.

Nada es eterno, ninguna situación lo es si no mimamos cada detalle, y aún así cabe el riesgo de que se desvanezca. Podemos pensar en el mañana, en esa ferrea convicción de que tendremos mañana. Damos por supuesto que tenemos tiempo para hacer las cosas que hasta hoy no hemos hecho, o que hemos desechado del presente para un futuro. Espabilemos! Nadie nos garantiza un mañana, nadie nos firma un contrato para que se mantenga lo que hemos trabajado por construir...

Creo firmemente en vivir el hoy, disfrutar de lo que tenemos, valorar lo que no queremos perder y trabajar para mantenerlo... Tenemos que ser algo que nos divierta, que nos haga sonreír, equilibrándolo con las obligaciones que todos tenemos como adultos. Pero sin dejar pasar oportunidades, exprimiendo los segundos que nos hacen felices, sin consentir ver pasar trenes frente a nuestros ojos.

Quizá por eso, soy una persona que se aferra a la mejor parte de la realidad, costándome dejar en pasado carcajadas, momentos que nos provocaron sensaciones especiales. Es cierto que soy de esas que dan muchas oportunidades, hasta el segundo en el que todo cambia y cierro el cuaderno de lo ya escrito.

Hace tiempo aprendí cómo desechar palabras ya escritas, cómo dejar atrás sonrisas asumiendo que forman parte de lo que fui pero no de lo que soy. Aprendí a ser feliz independientemente de lo que me rodease, con pequeñas excepciones inamovibles. En aquella época, esa primera vez en que tuve que cerrar las tapas de un libro escrito por mi, tomé muchas decisiones,me prometí mucho, todo ello cumplido durante meses hasta que algo me hizo relajarme relativamente. Vuelvo a tener esa sensación de fuerza, de expensas de nuevas aventuras, de pérdidas en brújulas ajenas y temporales que ponen el toque de humor a las historias, curiosas historias, que me rodean cuando me acorazo.

Un día decidí cambiar parte de mi hielo por la comodidad...Siempre hay que elegir, siempre hay que sacrificar una parte. Hoy decido retomar el camino de escarcha que tantas sonrisas superficiales pero sinceras me provoca...Y lo he comenzado haciendo algo típico de esos primeros meses en los que escribir era fácil porque todas las hojas estaban en blanco.

1 comentario:

  1. Sin duda es lo mejor que puedes hacer ahora, aunque espero que el deshielo vuelva en otro momento de tu vida...te quiero. Izan

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