martes, 28 de agosto de 2012

Estrategias sin patrón.

 Batallas ganadas sin plantearse ni la defensa ni el contrataque. Pérdidas de territorio ajeno en tu propio beneficio sin que esa fuera una finalidad afincada en tu mente. Sorpresas de lo que no debería resultar como sucede, pero que te regalan el yin despues de hacerte conocer forzosamente el yan.
Quizá ha sido el resultado de planificaciones nefastas de otros, que al fallarles me benefician... No lo tengo claro y lo cierto es que tampoco me importan los por qués en este caso...Simplemente he ganado una partida en la que no sabía que participaba.
Siendo como fuere, la vida es cierto que te sorprende, unas veces para bien otras para mal, pero en este caso, agosto le puso el lazo a lo que mayo se lo quitó.
Quien me conoce sabe de esos símbolos que tanta importancia doy en mi vida.....Más que símbolos son una palabra y un signo que marcan mi forma de pensar, de entender y de relativizar mis días. Pues hablando del signo, ese que en mi nuca marca sin marcar una filosofía de vida, y que tiene un significado que sigo tomando como propio, ha sido completado con el de repetir una accion, una cancion, un momento, un todo.
Que poco me gusta la palabra repetir, lo que significa hacerlo...Ya sabemos que "retroceder ni para coger impulso" pero bueno, siempre hay excepciones que confirman la regla y que te regalan sonrisas, que es de lo que se trata.
Pues tras usar ese verbo en un mes ni en una, ni en dos, ni en tres.... ocasiones, dejo atrás el calor con mucho vivido, con muchas estrellas observadas y con esa forma de mirar que sólo tengo cuando mi felicidad sólo depende de mi.
Como me gusta cuando soy la única responsable de mis sonrisas, cuando soy la que decide cómo sin preguntarme los por qués absurdos que disney intentó meternos en la cabeza a base de traumas paternofiliales.
Cada día tengo más claro como soy, a pesar de sorprenderme a mi misma. Me demuestro mucho cuando me relajo, cuando no busco pero me dejo encontrar.
Mi vida, al menos, decidí tomarmela sin más preocupaciones de las exigidas por el guión, de un modo quizá demasiado pasota o ... No sé como llamarlo. Y cuando lo cumplo, cuando no me preocupo por nada, cuando me pongo delante de todo con un par, resulta que es cuando se me pasan los días como segundos, escapándose entre los dedos con un sabor de boca peculiar, especial.

Vamos a continuar caminando sin mirar la ruta, excediéndonos con límites, limitando sólo nuestras palabras.

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