En cierto modo no se reconocía. Las situaciones revoloteaban a su
alrededor sin que aquel carácter suyo tan característico diera señales de vida.
Quizá se había quedado atrás junto a aquella actualización que tantos cambios
le regaló. No sabía las razones pero llevaba un tiempo echándose de menos,
extrañando esa parte suya que tenía tanta fuerza, que representaba esos
quiebros tan particulares. Era algo que siempre le había acompañado, pero últimamente
reaccionaba calmada ante situaciones que en su yo anterior hubieran sido razón
de subidones de azúcar.
De pronto se encontraba entendiéndolo todo, a todos…Y aunque
siempre respetó, lo de entenderlo todo no era algo que ella tenía en su haber
en el pasado.
Nos equivocamos solos. Somos responsables directos de nuestras
sonrisas y lágrimas, en muchas ocasiones por consentir… Y ella se había
convertido en alguien que “consentía”.
En las últimas dos semanas algo había vuelto a mutar en ella,
volvía a desear cosas que antes no necesitaba, volvía a dejarse encontrar en
esa pérdida temporal que decidió tener…Comenzó de nuevo a ver una situación de
su vida de un modo semi acorazado en el que, a pesar de que era lo mismo que
llevaba meses ocurriendo, ahora veía de un modo distinto.
Quería volver a coger la goma y borrar parte de aquellas palabras
escritas en una época con cierta magia.
Se volvía a sentir como aquel puzle en el que no necesitaba
cuadrar más de una pieza por semana… Todo esto, parcialmente. Parcialmente
porque aquella imagen revuelta que le costó tanto construir, y tanto perder
desmigando su coraza detalle a detalle, volvía de nuevo a ser construida pero
llevaría otro par de semanas…Era una chica que cumplía los plazos.
Somos irracionales
aunque no nos guste reconocerlo. Podemos llegar a sentir sin sentir promoviendo
algo parecido a sentimientos a base de egoísmo, capricho o posesión.
Claro que había
echado de menos, que había soñado porque su subconsciente se había
encargado de ello…Pero ya lo sentía pasado, ya no sentía suya esa parte de su historia.(Parcialmente).
Quizá había tardado más de la cuenta por dar oportunidades al
tiempo, a las situaciones, a los pensamientos que no se conjugan en primera
persona. Pero ya era hora de que no quisiera acorazarse, sino que notara que
estaba en ello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario