Llego la noche y con ella el silencio. Cada segundo que ella pasaba mirando por la ventana se hacia interminable, teniendo como único sonido de fondo los latidos de su propio corazón. En la soledad mas absoluta de aquella habitación ella contemplaba las calles vacías, reflejo de vida durante el día, reflejo de muerte durante la noche. No paraba de pensar una y otra vez: todo muere,hasta el dia…es ley de vida.
Siguió observando la nada mientras esta la hipnotizaba con su tranquilidad casi tetrica.
Respiraba lentamente intentando aspirar la sabiduria que le podia regalar aquella situación…respiraba y respiraba, aspiraba y aspiraba…
Y lo único que hacia en realidad era pensar en que no queria creerse que aquello,que la había echo vivir los últimos años, aquello que adoraba por encima de su propia vida, se había muerto, dando lugar a la oscuridad.
El tiempo pasaba y las lagrimas caían sin parar, sin angustia, solo con pena y nostalgia, necesitando únicamente una señal de voluntad para seguir luchando por lo que tanto quería… pero como he dicho el tiempo pasaba…. Y las señales nunca llegaron…
Al fin después de años ( o eso la pareció a ella) llego el sol, la vida, la luz… y el dolor no había desaparecido , siempre lo llevaría grabado en su corazón, era un tatuaje imborrable ,… pero al fin podía sentir que lo que había vivido, por lo que tanto había luchado no había sido en vano, sino que merecía otras 8 vidas si hiciera falta para luchar una y otra vez.
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