sábado, 20 de noviembre de 2010

Tumbada***


Una espalda desnuda contra la cama. Postrada, moviéndose al ritmo de la respiración. Una sábana que intenta cubrir el cuerpo desnudo de aquella mujer. El pelo le tapa el rostro, apoyado sobre la almohada. Una paz que es un privilegio. Una muerte cerebral agradecida por la felicidad de la respiración pausada. El sol ilumina su torso, y ella sigue respirando al ritmo de la tranquilidad.
La ausencia de pensamientos, de incómodas agujas que se clavan normalmente en su cabeza...ausencia de pasado.
Profundo suspiro que tan sólo pretende alargar ese momento,sin mover un ápice su cuerpo para no enturbiar esa situación.
Pestañeando lo estrictamente necesario, mirada relajada, presa de una ventana con pleno sol.
De pronto una mano la rodea. La acaricia ese torso caliente que el sol ha mantenido en perfecta armonía.
Su tranquilidad ahora es común, ha de compartirla con aquella mano amiga. Pero, contrariamente a lo que ella podia imaginar en el pasado, el tener que compartir su felicidad, eliminando la independencia que había sido su bandera, no la perturbaba...al fin había encontrado a quien en vez de ofrecerle pensamientos negativos, la acompañaba sin malograr los momentos de perfección que la vida la ofrecía.

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