lunes, 4 de julio de 2011

Caos.

El sol entró por la ventana incidiendo en sus ojos aún cerrados.Ella sentía el cálido rayo sobre su rostro, mientras intentaba resistirse a la idea de tener que abandonar la compañía de Morfeo.Pasaron los minutos como si de segundos se tratasen.

Al fin se levantó,y como venía pasando desde hacía un tiempo, observó que cada cosa de su alrededor había cambiado de lugar sin que ella pudiera recordar haberlo hecho.
Cada mañana se percataba de que las cosas habían dejado de tener el orden habitual, y por mucho que las intentaba devolver a su sitio, cada amanecer las descolocaba de nuevo.

Un día, mientras estaba sentada al borde de la cama miró a su alrededor, volvió a observar ese caos que ella no había producido...Y de pronto se sintió cómoda.Aunque seguía sin tener sentido, ella ya no se molestaba en ordenar, en preguntarse quien lo hizo y en que momento...simplemente siguió su vida con aquel desorden, sin que este la perturbara.

Y dentro de ese caos empezó a sentir cosas que no estaban dentro de sus planes.Sentimientos apacibles que no eran coherentes con ese desorden vital que la acompañaba.

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