Dentro de su exigencia extrema a la hora de querer a alguien….
Nunca había sido muy exigente respecto a la gente que
compartía con ella su vida. Era de esas personas que cuando quería solía
hacerlo teniendo en cuenta los fallos ajenos, respetándolos hasta el extremo. La
base de la bondad de quienes formaban parte de su mundo le era suficiente para
alimentar sus relaciones. Esos fallos no
eran grandes, ni importantes, sino cosas como que sepas que una amiga no coge
el teléfono para llamarte y eso no significa que no te extrañe… Personas que
necesitan que no les hables de ciertos temas, a pesar de que te mueres por
hacerlo… Gente que mira egoístamente para sí, sin que eso implique que no les
importes. Siempre valoró lo bueno por encima de lo malo.
Pasan los años, pasan las historias, y con el tiempo seguía
igual, pero distinta. Continuaba no pidiendo más cosas de las que recibía,
asumiendo esas pequeñas “marcas de conducta” que todos tenemos, pero en
ocasiones concretas eso si había cambiado ligeramente.
El pasado siempre sirve. Aunque creamos haber perdido el
tiempo, no lo hemos perdido sino invertido en ser lo que somos. Su pasado le
enseñó lo que no quería para su futuro, a pesar de no tener muy claro lo que si
deseaba. Era una persona curiosa, con mil defectos a los que le encontraba el
lado positivo. No quería compartir trozos de ella con personas que no la
valorasen, que no arriesgaran por su compañía, que no vieran en su persona ese “algo
especial” que ella no veía… Lo cierto es que le gustaba la gente complicada, pero
sólo aquellos que le hacían más sencilla la vida. No le gustaban los retos como
en el pasado. Muchas veces tuvo que luchar por pasar más tiempo con alguien,
por conformarse con el “sin detalle”, por ser feliz con lo que le aportaban los
demás aunque no fuera suficiente. Y hasta hace unos días no había pensado en
ello… No quería conformarse, no quería ser quien luchase, no quería tirar de
carros propios y ajenos… Para variar deseaba que fueran los demás los que
lucharan por tenerla al lado, por disfrutar de lo poco bueno y mucho malo que
ella representaba.
Sentir implica luchar y arriesgar… A pesar de que queramos
no hacerlo, si no luchas, pierdes sin darte la oportunidad de lo contrario. Si lo
haces, te arriesgas a ser feliz. ¡Cada uno decide!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario