Pequeños pedacitos de post que nunca he llegado a publicar.
Sin relación entre ellos. Sin ser la protagonista la misma persona.
A veces regalamos un “para siempre” de modo precipitado.
Posiblemente en el momento en que esas palabras brotan de nuestro interior, las
digamos con la convicción absoluta que tan sólo aporta el conocimiento de algo
ya sucedido. Pero con el tiempo, nosotros mismos vamos cambiando mientras la
tierra rota sin percatarnos. Nuestros deseos, nuestros sentimientos, nuestro
modo de afrontar la vida… Todo muta sin tener que implicar algo negativo o
positivo, simplemente ocurre. No debemos arrepentirnos de haber dicho tales
palabras, pero sí debemos aprender a no regalarlas sino a prestarlas, sabiendo
que los “para siempre” en realidad son “hasta que cambie de opinión”.
Aquellos hombros le rodeaban de un modo distinto, abarcaban
cada centímetro de su piel, le protegían a la perfección de todo lo que sucedía
alrededor. Sus manos no concedían descanso, no paraban de rozarla, no estaba
dentro de sus planes perder el contacto físico mientras se tuvieran frente. Sus
ojos se cerraban únicamente para disfrutar del momento, sin tener que pensar en
un mañana, o en un pasado. No desaprovechaban los segundos, pero no se afanaban
por llenarlos de fuegos ficticios. Simplemente las cosas sucedían, sin pararse
a pensar en qué tenía que suceder. El final perfecto, siempre un abrazo.Condensación
que los cuerpos produjeron.
Nuestro karma nos obliga a enfrentarnos a nosotros mismos,
no nos permite escabullirnos con excusas baratas o con pequeñas triquiñuelas
con las que si despistaríamos a otros. Es el encargado de devolvernos lo que
dimos, para bien o para mal. No creo que lo haga otorgando “desgracias” a
quienes erraron, sino haciéndoles ver que lo hicieron con pequeños detalles que
sólo hacen un pequeño daño en sus mentes, socavando su tranquilidad, limitando
su felicidad.
Dos frasazas de una amiga que es una gran
twittera:
“Con tan solo un beso, sabrás todo lo que he callado”.
"El
silencio es el grito más fuerte."
me encanta esto:
ResponderEliminarNuestro karma nos obliga a enfrentarnos a nosotros mismos, no nos permite escabullirnos con excusas baratas o con pequeñas triquiñuelas con las que si despistaríamos a otros
genial!! un bexito Noe
Es que es una gran verdad pequeña, eso de: no hagas lo que no quieras que te hagan, es una gran frase que todos nos deberíamos aplicar y que a todos se nos olvida en ciertas ocasiones.
ResponderEliminarMuchas gracias por leerme siempre amor. Y por tu comentario.Mil besotes.