miércoles, 14 de diciembre de 2011

La primera cruz...sólo quedaban dos más.


Había tenido un día extraño, muchos pequeños hilitos que al final se convirtieron en una madeja. Cuando fue herida se prometió muchas cosas que salvo excepciones había cumplido y además supo marcar en el calendario tres únicos días en los que iba a acordarse de su pasado por más de tres segundos seguidos. A pesar de que no estaba planeado que fuera así, uno de ellos se había adelantado. El día de hoy, fue una de esas cruces marcadas a vivo color en aquellas hojas que guardaba en su memoria. A pesar de que ese adelanto se debía a algo que le preocupó, le encantó volver a escuchar, volver a oir…Volver a sentir ese calor. Recibió dos “te queremos” que, a pesar de que en el pasado temía escucharlos, los sintió suyos, como siempre, verdaderos, puros (le costaba contener las lágrimas al escribir esto). Aquellas palabras junto a otro puñado de letras le hizo sentirse feliz. No se sintió rara, sino relajada, cómoda, en “familia”. Le encantó regalar esas palabras de vuelta.
Ya sólo le quedaban dos días que superar en el calendario… El primero en vez de pena le trajo mucho cariño… Por desgracia sabía que el que se aproximaba no sería así (y quedaba poco). El pasado no dolía pero sí suponía que esas tres cruces le recordarían lo vivido (ni un día más).

Gracias a ese día, volvía a sentirse un poco humana. Cuando le parecía que se había convertido en "hielo", al fin una lágrima recorrió su cara después de seis meses sin poder hacerlo (gracias a esas voces que sentía suyas). 

2 comentarios:

  1. Me has emocionado hasta a mí, Nere.

    Comprendo.

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  2. ;) Me encanta haberte emocionado....Y me encanta que comprendas.... :D

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