jueves, 15 de diciembre de 2011

Vuelta a casa.


Según iban transcurriendo las horas en aquel autobús, según iba acercándose a su “tierra de adopción” más le gustaba lo que veía. Curioso!Se acordó de alguien que no conoce en persona pero de la que le habían hablado el día anterior…Una persona que también era de ese norte que sentía tan suyo, aunque no fuera el mismo pedazo de tierra. Sus ojos dejaron de luchar contra el sueño que le provocaba haber dormido dos horas. Cuando volvió a abrirlos ya estaba cerca, y lo sabía sin tener que mirar el reloj o los letreros, sólo le hacía falta observar aquellos paisajes.  Se puso a pensar en aquella “escapada prolongada” que se había “marcado” en ese mes y medio.  Mil letras sueltas comenzaron a formar palabras en su cabeza: comodidad, ilusión, diversión, cariño…Recordó suspiros. Que incoherente era que se hubiera tenido que ir a una ciudad mucho más grande, llena de gente, para sentirse especial desde su normalidad.
Sonrió, mientras no podía ni quería dejar de observar aquellos prados verdes.
Invirtió el tiempo en gente “vieja” que formaba parte de lo que ella era. Invirtió el tiempo en gente “nueva” que ahora también formaba parte de su historia, de esa historia narrada en tercera persona en muchas ocasiones.
Esperaba que su primer sentimiento al llegar a león, fuera el que adornaría el frío en su cara…  Ni frío, ni esa sensación…Lo que ella predijo en su cabeza no era más que papel mojado. Sí, tenía dentro de ella alegría y pena al tiempo…Pero miraba al pasado con una sonrisa luminosa, una sonrisa por recordar lo bien que le había ido.

No había problema mientras no se olvidara de las voces que le habían acompañado.

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